El Departamento de Justicia de EEUU ha confirmado la detención de dos ciudadanos chinos, acusados de actuar como agentes encubiertos del Ministerio de Seguridad del régimen de China (MSS). Según las autoridades, estos individuos habrían estado involucrados en actividades de espionaje y en la identificación de personal militar que podría ser reclutado por los servicios de inteligencia chinos.
Los detenidos, Yuance Chen y Liren Ryan Lai, fueron arrestados el 27 de junio en operativos simultáneos en Happy Valley, Oregon, y Houston, Texas. Chen, de 38 años, residía legalmente en EEUU desde 2015, mientras que Lai, de 39 años, ingresó al país en abril de este año con una visa de turista.
Detalles del Caso
De acuerdo con la denuncia presentada, los acusados actuaron en beneficio del MSS sin registrarse como agentes extranjeros, lo que contraviene la legislación federal. Desde el FBI se ha indicado que Lai comenzó a entrenar a Chen en técnicas de inteligencia desde 2021, con el objetivo de obtener información clasificada y crear redes de reclutamiento dentro de las fuerzas armadas de EEUU.
Entre las acciones atribuidas a Chen se incluye una visita a un centro de reclutamiento de la Marina en San Gabriel, California, donde tomó fotografías de un tablón de anuncios que contenía los nombres, programas y ciudades de origen de nuevos reclutas. Posteriormente, estas imágenes fueron enviadas a un oficial del MSS. Además, se han documentado pagos realizados por ambos detenidos, en nombre del MSS, que suman al menos u$s10.000, destinados a recompensar la entrega de información relacionada con la seguridad nacional.
Implicaciones y Reacciones
La fiscal general de EEUU, Pam Bondi, destacó que este caso subraya el esfuerzo sostenido del Gobierno chino por infiltrarse en las Fuerzas Armadas estadounidenses y socavar la seguridad nacional desde dentro. Bondi enfatizó que el Departamento de Justicia no permanecerá inactivo ante las infiltraciones de naciones hostiles y trabajará para desenmascarar a los agentes extranjeros.
Lai y Chen enfrentan cargos por actuar como agentes no registrados de un gobierno extranjero, y si son declarados culpables, podrían enfrentar una condena máxima de diez años de prisión. La investigación sigue abierta, y no se descartan nuevas detenciones.
Esta operación forma parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno estadounidense para contrarrestar lo que se describe como una campaña sistemática de espionaje chino en suelo estadounidense. Durante años, funcionarios de inteligencia han advertido sobre los intentos del MSS de acceder a información sensible utilizando ciudadanos chinos o personas con vínculos al país asiático.
El director del FBI, Christopher Wray, ha señalado en numerosas ocasiones que China representa la amenaza más amplia, sofisticada y persistente en términos de espionaje contra EEUU. Actualmente, se llevan a cabo cientos de investigaciones relacionadas con actividades encubiertas atribuibles al régimen chino, que abarcan desde la investigación tecnológica hasta la infraestructura crítica y la seguridad militar.
Ni la Casa Blanca ni las autoridades chinas han emitido comentarios sobre este caso en particular.
